¿Qué es plexiglás?

Plexiglás es el nombre más común por el que se conoce al polimetacrilato de metilo. El plexiglás es un termoplástico, lo que significa que se ablanda al calentarlo. También suele llamarse Perspex o Altuglas.

Sustituto del cristal

El plexiglás puede fabricarse en una gran variedad de formas. Es un sustituto ideal del cristal, ya que ofrece grandes ventajas.

En primer lugar, el plexiglás es mucho más ligero que el cristal. Además, es resistente a los golpes e impactos que puedan producirse. Si el plexiglás se rompe, no se hace añicos como el cristal, sino que solo se fragmenta de una vez. Una tercera ventaja del plexiglás es que deja pasar más luz que el cristal, con una transmisión de hasta el 92%. Este plástico deja pasar más luz que su equivalente de cristal con el mismo grosor.

Casi un siglo de antigüedad

La producción de plexiglás despegó en los años 30. La empresa estadounidense Rohm and Haas lo comercializó por primera vez en 1936. Los materiales de base son el ácido sulfúrico, cianuro de hidrógeno, metanol y acetona. Ninguna de estas sustancias es la más segura, pero el producto final es completamente inofensivo. El plexiglás es inflamable, pero cuando se quema no forma ninguna sustancia nociva. Los productos residuales habituales son el dióxido de carbono y el agua.

El plexiglás también tiene algunas desventajas (ya hemos mencionado que el material se deforma bajo la influencia de las altas temperaturas). Por lo tanto, no resiste el calor ni debe emplearse en cuestiones de seguridad, como acristalamientos de vehículos en transporte de pasajeros. 

Debido a su peso, resistencia y precio relativamente bajo, el plexiglás se utiliza mucho para acristalar grandes superficies, como barreras contra el viento y el ruido. Debido a su resistencia, el plexiglás se emplea a menudo en acuarios y estanques de gran tamaño. En estos casos requiere de un espesor de hasta 30 centímetros, y de emplearse cristal ordinario, la transparencia sería demasiado baja y el acristalamiento extremadamente pesado.

Preste mucha atención al comprar

Existen dos tipos de plexiglás en el mercado: el colado y el extruido. También se denominan plexiglás GS (colado) o plexiglás XT (extruido). La versión colada se funde en una lámina plana después del proceso de fabricación. Por el contrario, la modalidad extruída se basa en láminas con espesores más finos. A medida que disminuye su grosor, aumenta la superficie de la plancha, lo que facilita la fabricación de una pieza más grande. Por contra, las tensiones se ven incrementadas durante el procesamiento, lo que lleva a que la lámina pueda romperse y fragmentarse con facilidad. El llamado “plexiglás económico”.